Blogmayor

miércoles, 5 de marzo de 2014

Badenes perjudiciales para la salud

Fumar perjudica la salud ¿qué duda cabe? ¿Alguien imagina un ayuntamiento que obligue a fumar a los vecinos? ¿Se han planteado lo perjudiciales que son los badenes? Me refiero a los que ponen los ayuntamientos en ciertas zonas para obligar a los conductores a reducir la velocidad ¿No hay suficientes radares ni existen sanciones adecuadas para aplicar?

Parece que no, puesto que los poderes públicos prefieren, a parte de estropear las amortiguaciones de los vehículos, hacer trizas las vértebras de sus ocupantes. Teniendo en cuenta que los mayores y personas con discapacidad suelen padecer dolencias graves de espalda ¿de verdad tenemos que seguir consintiendo ese "atropello" a nuestra salud?

Algo habría que hacer. Desde luego, callarse, no. Yo, desde aquí, pondré un cerocerapio a los ayuntamientos y poderes públicos que se sirven de esta práctica.

NOTA IMPORTANTE:
En INTERNET aparece una noticia de EFE 17-7-07: Un joven de 26 años inventa unbadén con el que el coche sólo bota si supera la velocidad permitida. Parece ser que el dispositivo se hunde si el vehículo no supera la velocidad permitida porque está relleno con un líquido que se traslada de lugar. Si el coche pasa muy deprisa no da tiempo a que el líquido se traslade.

Para más información ver la siguiente página:

sábado, 1 de marzo de 2014

Ricardo. Te conocí allá por 1995... Me dijeron que tenías autismo.

EL PUZZLE


Mi vida no fue ya la misma tras conocer a Ricardo. Muy dura ha de ser el alma que no se desgarre después de un encuentro parecido.

Moreno, muy alto para su edad, “rechonchote” y guapetón. Tenía una mirada inteligente, escurridiza; cuando lograba capturarla, clavaba sus ojos negros en mí, traspasando todo lo superficial. Su pelo era espeso, del color de la noche, mas de un limpio inmaculado tal, que hacía reflejar la luz que rebotaba en él.

Su persona era como un puzzle al que le falta una pieza crucial.

¿Dónde está esa pieza, Ricardo?

¿Cuál puede ser?

El puzzle es precioso y no somos capaces de recomponerlo... y quiero gritarte al oído: ¡Merece la pena el esfuerzo! ¡Merece la pena el sufrimiento!... Mas no me oyes. Eso sí, sientes que te digo algo... aunque no logras comprender.

¿Qué pieza perdiste, Ricardo? ¿Fue la imagen del sol y por eso está todo oscuro y confuso? Tal vez fue la luna, y has perdido la ilusión, la ternura de los sentimientos, el sosiego, el silencio vivo... la fe en los demás.

¿Y si te faltan las dos y por eso los días y las noches se suceden todos sin orden, sin sentido?


EL AGUA

Sólo el agua te gusta, Ricardo: las gotas de lluvia que limpian los días tristes, y bajo las cuales no importa empaparse; el frío y grueso chorro que sale del grifo y sientes clavarse en tus brazos.

http://www.upsocl.com/inspiracion/jamas-te-hubieras-imaginado-porque-arrastran-a-este-chico-a-mar-pero-estaras-muy-agradecido-que-lo-hayan-hecho/


EL TEMOR Y EL DOLOR

Cuando entrabas en clase, te cubrías la frente y los ojos con el brazo derecho. ¿Qué temes, Ricardo? ¿La incomprensión, la ofensa, la traición, el desamor...? ¿Cómo es posible que un corazón pequeño como el tuyo, todavía sin crecer, haya experimentado semejante dolor? Ese dolor opresivo, ahogador que va extendiéndose poco a poco en el pecho hasta llenarlo todo, hizo que un mal día estallara.

Duele crecer.

Duele amar.

Duele vivir...


Sólo bajo la alfombra o en un rincón apartado sentías una leve, angustiosa y solitaria seguridad.

Años atrás te habías ido construyendo, cual hermoso castillo de naipes, jugando, riendo, junto a unos padres que eran “tu mundo”. Algo ocurrió y todo se vino abajo. Ya no podrá ser lo mismo, Ricardo. Pondremos alguna carta en pie, pero nunca lograremos colocarla en su lugar. Jamás serás el mismo. Algo ha muerto. Algo permanece. “Tu mundo” ha de amarte como eres aquí y ahora. El recuerdo está impregnado de tristeza y desesperación. No ayuda.


LA ARENA

El tiempo se perdía entre esos dedos flexibles y regordetes que repicaban continuamente la arena.
Arena, dedos, granitos de arena, Ricardo; eran un continuo para ti.

¿Hasta dónde la arena?

¿Hasta dónde los dedos?

¿Hasta dónde los granitos de arena?

¿Hasta dónde Ricardo?

Sumergías la mirada en el montículo y las sustancias se mezclaban. Tu ser se transformaba en cada golpecito de falange, en arena. Tú eras arena; la arena era Ricardo.

Mis esfuerzos para que fuese el “cargamento” de un camión o un sendero tortuoso, fracasaron. Sólo conseguí que, sirviéndote de una pala de juguete, llenaras mecánicamente un cubito, como para darme gusto, como para satisfacer un simple capricho. Te perdiste, y contigo se esfumó la capacidad de jugar, esa que antaño utilizabas escondiéndote en los armarios, correteando por el parque con tu padre, repitiendo cuentos a tu madre...


BEBA COCA-COLA

—Beba Coca-Cola.
—Gallina Blanca.

Los mensajes publicitarios quedaban grabados en tu mente como cuñas inconexas, sin sentido, y podían emerger en cualquier momento del día. Eran sonidos; no palabras. Con ellas nos comunicamos, pensamos, deseamos, proyectamos.


MÚSICA... ERES TÚ

Me perdía entre las calles del laberinto buscando un lugar donde poder encontrarnos. Lo descubrí aquella tarde casualmente, en un jardín apacible, salpicado de aromáticas rosas e inundado de colores alegres y vivos, melodiosos y cicatrizantes. Allí habitaban el suspiro que surge después de una inspiración profunda, el balanceo de un columpio ocupado, la sorpresa de la súbita aparición realizada por una golondrina con plumas verdes y amarillas, el salto de un conejillo juguetón y curioso que mira fijamente moviendo la cabeza a uno y otro lado.

No se trataba de un sitio real con reglas incomprensibles. En ese recinto convivían y sintonizaban orden, desorden, norma, capricho, repetición, sobresalto,...

Una fuente manaba agua cristalina, no tan dura ni tan fría como la que recorría tus brazos cuando te dirigías al lavabo para sofocar el tiempo de la existencia.

Los cuerpos podían flotar, saltar, descansar, balancearse, andar, correr o volar. Los objetos no tenían que mostrarse nítidamente a los demás porque una suave neblina lo envolvía todo: colores, formas, brillos, destellos. Las personas podían descansar y dormir sin necesidad de soñar, los niños podían gozar sin necesidad de jugar.

Ese lugar mágico lo encontré en LA MÚSICA: Todos los días a la misma hora teníamos una cita ritual en aquella canción infantil creada por un gran MAESTRO. Una y otra vez, con tu débil, irregular y aguda vocecilla, me pedías que cantase: “¡Yo soyyyyyyyyy!”.

No me hacía rogar:

“Yo soy el sauce flautón
un árbol original,
con el do, re, mi, fa, soool,
el viento me hace sonar.
Damos palmas...”

En ese momento, eras para mí un “principito” incomprendido cuyos cabellos dorados se habían oscurecido por efecto de alguna desconocida tormenta cargada de polvo, arena y realidad.


LA CARCAJADA

Qué bien sonaba, Ricardo, esa carcajada, explosión de color, que salía de tu boca como los fuegos artificiales que, tras una larga espera en el silencio, estallan la noche de feria y resuenan entre la bulliciosa multitud.

Esa carcajada era un “respiro” para ti, un “respiro” para mí. Quisiera haberla podido prolongar días enteros, meses enteros. Sólo duraba minutos, mas eran unos minutos grandes, importantes, maravillosos. ¡Te gustaba tanto que aquel estudiante corriese contigo a sus espaldas!


LA DESPEDIDA

Un día de fiesta nos teníamos que despedir.

Sorprendida, comprobé que sonreías. No dije “Adiós”. Te dejé hacer cuanto quisiste, pero tú me regalaste algo que nunca soñé: cogiendo mi brazo derecho, golpeaste de forma suave tus labios varias veces contra él y oí con claridad unas palabras que llenaron eternas tardes de incomunicación y quedaron impresas en mi alma:

—Quiero, quiero, quiero, quiero...

Con ellas me marcho y con ellas viviré. Jamás sospeché que un día triste pudiera hacerme tan feliz.



miércoles, 26 de febrero de 2014

Una experiencia personal de superación

24 de agosto de 1961. Ocho meses de edad. Mis padres descubren que "algo malo" me ha ocurrido y llaman al médico del pueblo quien se ve impotente y los remite a la sanidad de Talavera, luego a Madrid.

Hospital del Niño Jesús de Madrid. Poliomielitis. Dos ataques. Secuelas impredecibles pues se ve afectado todo el cuerpo desde el cuello. A otros niños y a mí nos atan a una especie de saco de arena con los brazos en cruz y las piernas extendidas para que no se deformen. Mi padre no soporta verme así y me saca del hospital con el ánimo irritado.

Después del Vía Crucis del recorrido por hospitales y consultas médicas, ven una luz en la oscuridad: se habla de un doctor que viene de Mallorca a quienes las gentes han bautizado como "La Virgen de Fátima" por los casos de curaciones que va consiguiendo.

La esperanza:
- Doctor: ¿mi hija va a poder caminar?
- Mejor que usted, pero hay que operar todas las veces que sean necesarias y el camino va a ser difícil y penoso.

De pequeña me desplazo por el suelo "a gatas". A los cinco años comienzo a caminar con ayuda de dos aparatos ortopédicos parecidos a los de la imagen (que, no hace mucho, publicó el asesor de accesibilidad Xavier Mesalles en Facebook: https://www.facebook.com/asesorenaccesibilidad). Otros dos, para dormir, y un arco de madera con una bombilla en el centro, fabricado por mi padre, me proporcionaba calor y facilitaba la circulación sanguínea a mis piernas.

(Imagen cortesía de XAVIER MESALLES, asesor de accesibilidad: https://www.facebook.com/asesorenaccesibilidad)

Los hombros de mi padre y un borriquillo fueron los desplazamientos felices de mi vida.

Nueve años: comienzan las intervenciones quirúrgicas, bastante dolorosas y cuyos post-operatorios duraban al menos tres meses, tras los cuales tengo que comenzar a caminar de nuevo como si fuese el primer día. Ausencias en el colegio y madrugones para estudiar cuando me incorporaba.

Las estancias en la clínica no son inferiores a siente días: noches sin dormir porque en aquella época se evitaban los calmantes fuertes.

Puedo contar las cicatrices -costurones largos y extensos en ambas piernas y caderas-: unas dieciocho o diecinueve.

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Sin embargo, en el colegio las profesoras me llamaban "LA NIÑA DE LA SONRISA" ¿Cómo puede ser esto?

Muy sencillo: por los hombros de mi padre, por los lomos del borrico Pimiento, por las noches sin dormir de mi madre, por la colonia a granel que extendía en mis brazos cuando los dolores no eran atenuados por los calmantes y le pedía el estímulo de la fragancia fresca a cada momento, por las canciones que con su voz llenaban las dolorosas noches actuando como un bálsamo de caricias... POR EL AMOR, amigo y amigas que estáis leyendo estos párrafos, por el amor que recibía de mi familia, por el sacrificio que hacía mi hermana cuando tenía que separarse de mis padres por culpa de las operaciones o por otra causa relacionada con mis secuelas, por los ánimos de mi padre cuando me repetía una y otra vez "más vale maña que fuerza", "hace más el que quiere que el que puede"... y cuando me proporcionaba estudios, formación y un medio de vida.

¿Qué más puedo pedir, amigos? Lo he tenido todo porque he tenido y tengo amor. Y no son palabras bonitas para consolar o consolarme. Es la experiencia real de mi vida y por la que me siento afortunada. Gracias, amigo Isidoro, por haberme hecho recordar todo esto al plantearme este tema en el grupo "Pensaments".

Por favor: no os olvidéis pinchar el siguiente enlace:

http://lsvinader3.blogspot.com.es/2014/02/la-historia-de-cody.html

domingo, 23 de febrero de 2014

Gasolineras y autoservicio

En España se ha extendido en su totalidad el auto-abastecimiento en las gasolineras. Me gustaría hacer algunas reflexiones al respecto:


  • Cierto es que se ahorran puestos de trabajo, punto totalmente negativo en los tiempos que corren.
  • Para colmo, el producto sigue al mismo precio cuando, en realidad, ha bajado la calidad del servicio. Otro punto negativo.
  • Lo peor es que se dificulta el derecho legítimo de movilidad a un colectivo cuya única alternativa para desplazarse resulta ser el vehículo adaptado. Para vergüenza de la sociedad, las barreras arquitectónicas siguen vigentes. Ya en 1983 se hablaba de un plazo máximo de cinco años para la desaparición de las mismas y todavía seguimos en mantillas. Los autobuses, lamentablemente tampoco son la solución para las personas con discapacidad física. ¿Por qué entonces, poner más trabas a un, ya de por sí, dificultoso desplazamiento?

sábado, 22 de febrero de 2014

Un gel con escritura en Braille

No es mi intención hacer propaganda pero sí justicia, y de justicia es reconocer que pocas empresas utilizan el sistema Braille en productos no farmacéuticos para dar información a las personas con déficit visual.

El gel Sanex, por ejemplo, sí lo utiliza. Hay que alabar, por tanto, a la empresa que lo produce y animar a todas las que abastecen a droguerías y tiendas para que sigan su ejemplo. ¿Ayudaría una ley? Al fin y al cabo, según la Constitución todos tenemos los mismos derechos y no ha de haber discriminación alguna. Por otro lado, los costes por añadir unos puntitos no creo que sean tan grandes.

viernes, 21 de febrero de 2014

Sin palabras




No tendrá brazos ni piernas, pero al resto nos ha dejado sin palabras. Ejemplo de coraje, alegría y ganas de vivir, como el de todas y cada una de las personas con discapacidad que conozco (incluyéndome, claro, ja, ja, ja).

jueves, 20 de febrero de 2014

Pasos de cebra

Los pasos de cebra constituyen un peligro para las personas que tienen dificultades en la movilidad, especialmente cuando está lloviendo. Las resbaladizas bandas blancas causan frecuentes caídas. A su paso, el transeúnte ha de estar pendiente de ellas y del tráfico, y a la vez sujetar el paraguas. ¡Ha de ser un verdadero equilibrista! Si es posible, es la hora de cambiar el tipo de pintura en nuestras calles.

sábado, 15 de febrero de 2014

La historia de Cody


          Sin comparación alguna, la historia de Cody me recuerda mi niñez. Yo comencé a caminar a los cinco años con dos aparatos ortopédicos que fabricaba mi padre en compañía del herrero. Por la noche utilizaba otros dos, y un arco de madera con una bombilla proporcionaba calor a mis piernas para facilitar la circulación sanguínea.

          Aprendí a flotar en una especie de alberca pequeña de cemento que construyó mi padre en el patio (cada vez que entraba, subía el nivel de agua unos centímetros), y a nadar en un río de aguas cristalinas en el que había ranas, libélulas y cangrejos. Luego, perfeccioné mi estilo en las piscinas y, si hubiera tenido oportunidad, podría haber competido con otros discapacitados. Incluso lo hago mejor que muchas amigas sin discapacidad, jajaja.

          Ahora, después de más de quince intervenciones quirúrgicas, no utilizo aparatos ortopédicos; solo dos bastones de codo.

          Por favor: no se pierdan este vídeo. Cuando lo muestro a desconocidos, me dicen: "¡pobrecito!". A lo que contesto: "pobrecitos los niños que no pueden gozar de una infancia como la de Cody". Cody tiene una infancia feliz, pero hay muchos niños sin discapacidad que no la tienen. La diferencia estriba en que Cody se siente amado por sus padres. LA FAMILIA juega un papel muy importante en el desarrollo y madurez de los niños, tengan o no discapacidad. Yo no diría de Cody: "¡Pobrecillo!". Es un ejemplo de SUPERACIÓN y se le ve contento.

          Gracias por seguir este blog. Es un trocito de mi persona que disfruto compartiendo con ustedes.

viernes, 14 de febrero de 2014

Supermercados

     Con frecuencia las personas con discapacidad física hemos de hacer uso del servicio a domicilio que ofrecen los supermercados. Corremos, por tanto, con los gastos correspondientes. Teniendo en cuenta que resulta una necesidad, tal vez debería haber una normativa que obligara a estas grandes superficies a ofrecernos el servicio de forma gratuita. Pero no podemos olvidar el caso de unidades familiares compuestas en su totalidad por personas con problemas de desplazamiento. Esto agrava una situación no contemplada en la legislación vigente.