- Cierto es que se ahorran puestos de trabajo, punto totalmente negativo en los tiempos que corren.
- Para colmo, el producto sigue al mismo precio cuando, en realidad, ha bajado la calidad del servicio. Otro punto negativo.
- Lo peor es que se dificulta el derecho legítimo de movilidad a un colectivo cuya única alternativa para desplazarse resulta ser el vehículo adaptado. Para vergüenza de la sociedad, las barreras arquitectónicas siguen vigentes. Ya en 1983 se hablaba de un plazo máximo de cinco años para la desaparición de las mismas y todavía seguimos en mantillas. Los autobuses, lamentablemente tampoco son la solución para las personas con discapacidad física. ¿Por qué entonces, poner más trabas a un, ya de por sí, dificultoso desplazamiento?
domingo, 23 de febrero de 2014
Gasolineras y autoservicio
En España se ha extendido en su totalidad el auto-abastecimiento en las gasolineras. Me gustaría hacer algunas reflexiones al respecto:
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